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Haz tu rutina más creativa

Naiara Briones Araluce • 6 de febrero de 2025

Tips para potenciar la creatividad de tus peques

La creatividad no es algo que solo ocurre cuando sacamos la paleta y las pinturas. La creatividad es la capacidad que tenemos los seres humanos para aportar soluciones nuevas a problemas conocidos (o desconocidos). Tenemos en nuestra memoria colectiva  la imagen del genio creativo como Leonardo da Vinci. Esa persona única en la historia que nació con un don. Lo cierto es que no todos somos igual de creativos de forma innata, pero también es cierto que la creatividad es una habilidad que se puede entrenar. La pena es que en nuestro día a día la entrenamos poco. A diferencia de lo que pueda parecer, la creatividad se puede trabajar en cualquier momento del día, integrándola en la rutina de forma natural. A veces pensamos que hace falta mucho tiempo o materiales específicos, pero en realidad, basta con pequeños cambios en nuestra manera de jugar, conversar y explorar el mundo con los niños.


Aquí tienes 10 ideas sencillas y fáciles de aplicar para fomentar la creatividad de los peques en el día a día:


1. Juegos creativos en el coche

Los trayectos en coche pueden convertirse en un momento perfecto para potenciar la imaginación. Un juego fácil es crear una historia colaborativa, donde cada persona añade una frase a la historia que va inventando el otro. También podéis jugar a buscar formas en las nubes, a inventar finales alternativos a cuentos clásicos o a hacer un reto de palabras (por ejemplo, contar una historia donde cada palabra empiece con la misma letra).


2. Un rincón de creatividad en casa

Si los niños tienen un espacio accesible donde puedan crear libremente sin miedo a ensuciar o desordenar, usarán su creatividad sin restricciones. No hace falta que sea grande: una mesa con papel, colores, pegamento y algunos materiales reciclados puede ser suficiente. La clave es que se sientan libres de experimentar sin la presión de hacer algo “bonito”.


3. Tiempo sin pantallas para el aburrimiento creativo

El aburrimiento es el mejor motor de la creatividad. A veces, los niños necesitan un espacio sin estímulos digitales para inventar sus propios juegos. En lugar de llenar todos los momentos libres con actividades estructuradas, prueba a dejarles un rato sin una propuesta específica y observa qué ideas surgen. ¡Seguro que te sorprenden!


4. Preguntas abiertas en la mesa

Durante las comidas, en lugar de hacer preguntas como “¿Qué tal el cole?”, prueba con preguntas creativas que inviten a pensar de manera diferente:

- Si fueras un animal, ¿cuál serías y por qué?

- ¿Cómo sería la casa de tus sueños?

- Si pudieras inventar un súperpoder, ¿cuál sería?


Este tipo de preguntas fomentan el pensamiento lateral y hacen que la imaginación entre en juego.


5. Explorar con materiales inesperados

Los niños no necesitan juguetes sofisticados para crear. Los materiales cotidianos pueden ser la base de grandes ideas: cartón, tapones, lanas, cucharas de madera… Organiza una “caja de inventos” con materiales reciclados y deja que los niños experimenten con ellos sin instrucciones.


6. Historias antes de dormir… pero diferentes

Antes de dormir, en lugar de leer un cuento tal cual, prueba a modificarlo con los niños:

- Cambiar los personajes por animales o por ellos mismos.

- Inventar un final diferente.

- Contar la historia al revés (¿qué pasaría si la historia empezara con Caperucita Roja y su abuela metidas en la panza del lobo?).

Esto no solo hace que el momento de lectura sea más interactivo, sino que ayuda a los niños a pensar de forma flexible.


7. Un diario de ideas

Llevar un “diario de ideas” donde los niños puedan anotar o dibujar sus ocurrencias, inventos o preguntas curiosas puede ser un hábito fantástico. No tiene que ser algo diario, pero sí un espacio donde plasmar sus pensamientos sin restricciones.


8. Cocinar juntos como pequeños inventores

La cocina es una gran oportunidad para la creatividad. Anima a los niños a probar recetas dejando que las elijan de alguno de tus libros de cocina, a inventar combinaciones nuevas (¿y si mezclamos esto con esto?), a decorar platos de formas divertidas o a pensar en nombres originales para los platos del día. Además de potenciar su pensamiento creativo, conseguirás que prueben nuevos alimentos y salir de la rutina del menú de todos los días.


9. Crear retos creativos familiares

De vez en cuando, podéis elegir un reto creativo en familia. Por ejemplo:

- Dibujar algo sin levantar el lápiz.

- Hacer un invento con tres materiales que elijan al azar.

- Escribir una historia en la que aparezcan tres palabras elegidas al azar.

- Construir algo usando solo objetos rojos.


Estos pequeños desafíos activan el pensamiento creativo y son un buen plan para compartir juntos (y más barato imposible).


10. Jugar a resolver problemas cotidianos

En el día a día, podemos aprovechar cualquier situación para que los niños entrenen su creatividad resolviendo problemas. Por ejemplo:

- “Hemos perdido la tapa del tuper… ¿cómo podríamos taparlo de otra forma?”

- “Queremos hacer un picnic, pero está lloviendo… ¿qué podríamos hacer en su lugar?”

- “No tenemos tijeras, ¿cómo podríamos cortar este papel sin ellas?”


Este tipo de preguntas les ayudan a desarrollar la resolución creativa de problemas, una habilidad que les servirá en cualquier aspecto de su vida. Además, al involucrarles en la resolución de problemas familiares (aunque sea a pequeña escala), les estamos ayudando a construir una autoestima sana.


Como ves, no hace falta hacer grandes cambios para estimular la creatividad de los niños. Solo con pequeños gestos en la rutina diaria podemos abrirles un mundo de posibilidades.

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